lunes, 16 de marzo de 2009

De amores y muchas Reflexiones...


El ómnibus dosificado del aire más denso que habría podido percibir en mi vida marchaba hacia mi hogar; por mi mente las nubes cargadas de incógnitas, reproches y reflexiones totalmente hipócritas giraban en un círculo sin final.
Había llegado miles de veces al mismo punto y siempre evitaba aceptarlo. E vagado todo este tiempo tratando de ser algo que posiblemente no quisiera ser y e soñado con lograr cosas que no están a mi alcance, pues es hora de tomar al toro por las astas, abrir mi corazón y por fin saborear el placer de cada segundo de vida.
Una de las incógnitas que había encendido el foco de mi mente era: ¿Existe el verdadero amor?, y bueno creo que posiblemente seria algo difícil de rechazar o aceptar, por mi parte las cosas que e experimentado me han llevado a casi convencerme que el amor es demasiado simple como para siquiera dedicarle tiempo y meditar sobre el, dada esta afirmación me permito exponer mi punto de vista. El amor es sentirse extremadamente bien, estando acompañado de una persona que te despierta el apetito sexual; pero como verán, mientras el automóvil llegaba a mi destino el yo solitario toco a mi puerta y me dijo algo muy sencillo: Hagamos que el amor sea complejo, filosofemos sobre el, encontrémosle algo mas valioso que aquello.
Sin duda, pregunte sin ningún pudor a mi compañero de asiento sobre el significado del amor, me contesto algo aún más simple: EL AMOR ES… ES… UN LOCO, ES… LINDO… “BONITO”, LO MAXIMO... Dada la respuesta “Interesante” decidí encontrarle un significado yo SOLO.
Todas mis experiencias sentimentales han resultado ser nada más que pasajes efímeros y solo una vez sostuve una relación algo duradera, claro si la comparo con las anteriores; esta duro 9 meses. En todo este tiempo de relación, sentí que había descubierto el amor puro y verdadero, que seria el hombre más feliz del mundo y no podía concebir mi existencia con su ausencia, pero como todo lo que empieza, por “x” motivos siempre llega a terminar, esta relación no fue la excepción.
Llegue a sufrir una depresión enorme, extrañándola, pensando en que nadie podría besarme como ella lo hacia, que nadie me podría entender más que ella. Llegue a sentirme como un cuerdo dentro de un manicomio donde todos andaban en círculo y yo quería andar en línea recta… en fin, simplemente sentí que no necesitaba a nadie y que el afecto sincero que generosamente ciertas personas me brindaron me daba igual.
Mientras recordaba aquellos momentos realmente significativos, sentí un dolor grande en el pecho, me dolió tanto y creí por un segundo que aun me importaba aquella fémina aclamada por mis entrañas, pero al volver a situarme en el espacio real donde me hallaba descubrí que el ómnibus freno de golpe y mi pecho había chocado con la baranda de enfrente, en fin, un error lo comete cualquiera. Miro nuevamente a mi compañero de asiento y me dice: “Estoy arrecho, necesito una hembra con quien acostarme ahora”; pensé: “una hembra con quien acostarme”, solo queremos a una compañera para que satisfaga nuestros mas ardientes deseos sexuales y solo eso.
Vuelve a mí el concepto más simple del amor, del cual hablé párrafos más arriba, pero no abandonare la tertulia que sostenía conmigo mismo, así que, manos a la obra. Olvidaré a este pobre hombre y sus delirios de éxtasis y seguiré concentrado en mi objetivo.
CONTINUARA...

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