sábado, 11 de octubre de 2008

Prologo - Me dejo llevar...

Voy a comenzar este blog aclarando que no soy un experto en la escritura ni mucho menos tengo un gran bagaje cultural, a su vez pido disculpas por los HORRORES ortográficos que puedo o estoy cometiendo.

El motivo por el que deseo postear es muy claro: necesito expresar mi mundo interno, mis fantasías y sobre todo contarles una historia quizás ficticia quizás real, son ustedes los invitados a descubrirlo…

8:00 a.m. Un ruido descomunal invade la atmósfera pasiva de mi habitación, es el toc toc toc de la puerta que es golpeada cada vez con mas ansiedad, mis ojos poco a poco van descubriendo la luz de un nuevo día y sin mas opción chocan con la mirada profunda de mi madre.

_ Despierta, debes ir a clase…

Al tomar conciencia del significado de esas palabras doy un brinco y salgo apresuradamente de la cálida y engreidora cama, me doy una ducha, me pongo el buzo y ahora me encuentro desayunando lo mas rápido posible: ¡Es tarde ya!

Me apresuro a llegar a mi templo, al lugar donde empieza la razón de mi existencia y donde soy el hombre más feliz del mundo, entro a camarines saco de la maleta la indumentaria a usar y listo: ¡Estoy cambiado ya!

El sonido suave del piano llega a mis oídos y la clase comienza, frente a la barra preparo mi primera posición de piernas, la maestra muestra el ejercicio a realizar: tendú delante, tendú costado, etc, etc, etc.

Minuto a minuto voy sintiendo cada músculo mío trabajar, tensarse, destensarse, veo como flexiono y estiro cada parte de mi cuerpo, me siento volar, siento que estoy en otro mundo y… sin darme cuenta la clase de ballet a acabado.

Cansado guardo las mayas, zapatillas, calentadores, y todo lo que usé; suena el teléfono todo cambia al contestar, de repente ahora percibo el sabor amargo de una aparente tragedia.

_ Ignacio debes llegar a casa pronto, Marisa a muerto.

Debo aclarar la expresión “una aparente tragedia”, se que la muerte es dolorosa para las personas que aman mucho al ser que se a fue, como la ame yo, pero en contraste a esa ideología colectiva esta la de saber que la gloria mas grande es la muerte, en especial en un individuo como lo fue Marisa, descansara en paz y no sabrá mas de problemas, cansancio, penas y amarguras que conlleva esta gran comedia que es la vida.

Frente al espejo veo en mi una mirada triste, mi filosofía ( la de “La gloria que es morir”) me traiciona por momentos y tropiezo en el egoísmo del querer evitar este “glorioso” episodio, todo lo que hice con ella pasa por mi mente a la velocidad de una bala mortal que se clava en mi pecho , recuerdo los momentos de la cena, sus cuentos antes de dormir, las añoranzas de “Los años mozos” y tantas otras cosas … una abuela es irreemplazable, en especial en un chico como yo…

1 comentario:

Edneit Ibañez Zamudio dijo...

me gusto mucho tu prologo. Sé que pretendes de hacer este pequeño espacio, en una remembranza de tus vivencias y me alegra que te tomes el tiempo necesario para expresarte. Felicidades Ray!